Un transporte federal construye el futuro del país

El objetivo del Ministerio de Transporte, desde el primer día de esta gestión, fue hacer que las personas puedan moverse por la Argentina de manera cómoda, segura, rápida y económica; y que las y los productores puedan trasladar el fruto de su esfuerzo con costos logísticos cada vez más competitivos.

Nos tocó superar momentos muy duros, como la pérdida de nuestro querido Mario Meoni, quien sentó las bases de nuestra gestión. Junto a nuestro compañero Alexis Guerrera avanzamos en la consolidación del Plan de Modernización del Transporte que nos habíamos propuesto. También tuvimos que atravesar una pandemia en la que el sistema de transporte nacional se convirtió en un aliado silencioso de todo el país. Permitió que los médicos y enfermeros lleguen a los hospitales, mantuvo abastecidas a las farmacias y a los supermercados, los aviones de Aerolíneas Argentinas dieron 100 vueltas al mundo para traernos las vacunas e insumos para salvar cientos de miles de vidas. Y lo hicimos con las más estrictas normas de higiene y seguridad, para que las y los pasajeros puedan viajar cuidados.

En ese contexto, siempre trabajamos con una consigna clara: “el transporte es federal o no es transporte”. Y eso no es un mantra. Es la teoría más elemental. El transporte es la vinculación de cosas y personas diferentes en espacios geográficos distintos. Si sólo impulsamos el transporte en los centros urbanos y no lo hacemos federal, la carga y las personas son siempre las mismas. Eso tira por tierra el significado del transporte y lo convierte en mero movimiento. Para que sea transporte, necesita igualarnos a todos y todas, conectar a las argentinas y argentinos de cada provincia y ciudad; y llegar a cada región. Para ser transporte necesita, definitivamente, ser federal.

Por eso pensamos y gestionamos a nuestro transporte con una lógica multimodal y lo pusimos al servicio del desarrollo de la economía argentina. Ninguna obra que hacemos está suelta. Cada una está conectada con otra. El transporte es unión, es conectividad, es federalismo, es el Estado presente, como lo está el Ministerio de Transporte con obras en cada una de las 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El desafío es que todas las argentinas y los argentinos vean pasar un tren, un avión, un barco, un camión y entiendan que su función es unirlos, acercarlos a su comunidad e impulsar su desarrollo. Un desarrollo que está ahí, en el lugar que elijan para vivir, en una Argentina federal cada vez mejor conectada, y que es posible porque hay un Ministerio de Transporte con trabajadoras y trabajadores que todos los días se esfuerzan y dan todo de sí mismos para construir un país mejor integrado

Integrar, como cuando nos hicimos cargo de la Vía Navegable Troncal, esa ruta por la que circula el 80% del comercio internacional de nuestro país y superamos la peor bajante de los últimos 50 años, manteniendo las condiciones de navegabilidad las 24 horas, los 7 días de la semana, con obras de dragado y balizamiento. Es hacer que la producción de la Argentina y los otros 4 países de la región que dependen de nuestros ríos puedan seguir viajando hacia todo el mundo.

Construimos el futuro del país a pesar del ancla que significa la deuda con el Fondo Monetario Internacional que nos restringió las inversiones. No obstante, desarrollamos y potenciamos el transporte de nuestro país con una mirada multimodal como nunca se hizo en la historia.

Una mirada que implica que todos los modos convivan en armonía, cada uno a su escala dando su máximo potencial. El camión es eficiente hasta los 450 kilómetros. El tren hasta los 1.000 y, más allá, el barco y el avión. Por eso, invertimos en la recuperación de nuestros trenes, extendimos nuestra Vía Navegable Troncal, recuperamos puertos, ampliamos y renovamos aeropuertos, volvimos a desarrollar el sistema aéreo de carga. Hoy ese vínculo es más fluido y eficiente.

Volvimos a conectar a cientos de pueblos y ciudades con nuestros ferrocarriles. Hoy, millones de argentinas y argentinos volvieron a sentir el orgullo y la tranquilidad de tener al tren en su ciudad, llevando turismo, mercancías, comercio, cultura y, sobre todo, calidad de vida. Cuando antes dejaba a ciudades condenadas a ser pueblos fantasma, hoy vuelve para darles vida y una nueva oportunidad de manera federal.

Son las mismas vías que, en medio de las dificultades y con la firme decisión de Sergio Massa, primero desde la Cámara de Diputados y después del Ministerio de Economía, contaron con los recursos para crecer y extenderse hacia los centros productivos para trasladar la carga hacia los puertos. Esto hizo posible que desde el inicio de la gestión y hasta septiembre de 2023, los trenes que administra el Estado hayan transportado 28.5 millones de toneladas, un crecimiento del 85% respecto a la gestión anterior.

Vías que forman parte de un sistema ferroviario en el que iniciamos obras históricas como la circunvalación ferroviaria de Santa Fe. También la parrilla de ingreso de trenes de la terminal de Retiro, después de 100 años o el viaducto de la línea Belgrano Sur.

Federalismo es reconocer que no sólo existe un área metropolitana en el país: la de Buenos Aires. Hay muchas otras y los trenes metropolitanos les devuelven ese sentido de urbe a Rosario, a Córdoba, a Salta, a Paraná y a muchas otras áreas metropolitanas.

Las obras en nuestro sistema aeroportuario hoy nos permiten estar a la vanguardia en tecnología, seguridad y turismo. Superamos la mayor crisis de la historia de la industria aerocomercial a causa de la pandemia y, hoy, el sector está creciendo. Ya vuelan más personas en el país que las que volaban antes de que azotara el COVID 19.

Eso es posible porque mejoramos pistas, torres de control, terminales de pasajeros, hicimos que los aeropuertos sean más cómodos y, al mismo tiempo, puedan recibir turismo internacional.

Con estas obras, hicimos más eficiente a nuestra aerolínea de bandera, que hoy está teniendo sus mejores balances desde la reestatización e impulsamos el crecimiento de las empresas low cost. Hoy tienen más aviones y más pasajeros porque pueden ofrecer mejores servicios en un Aeroparque donde llegan argentinos y turistas de toda la región que demandan sus servicios de bajo costo.

El impulso del turismo receptivo fue nuestra obsesión. Lo traccionamos como nunca antes porque es una industria que representa una gran porción de la economía nacional. Tiene la capacidad de motorizar pueblos y ciudades completas. Rompimos récords de llegada de cruceros que significan restaurantes llenos, turistas recorriendo nuestras ciudades y toda una cadena de suministro para esos barcos que se activa y crece.

Y todo este trabajo lo hicimos con la mirada puesta en la seguridad. Nuestros organismos de control, a lo largo de esta gestión, desplegaron políticas públicas, impulsaron regulaciones y promovieron la cultura vial que hizo posible un marcado descenso en las muertes por siniestros viales. Cada pérdida nos hiela la sangre, pero cada vida que dejamos de perder nos da la esperanza de que vamos por el camino correcto.

Aún queda mucho trabajo por hacer, muchas obras por terminar y muchas otras por comenzar, como la electrificación de la línea San Martín, la modernización y ampliación de todo el sistema de radares aeroportuarios del país, la construcción del Canal Magdalena, la implementación del sistema Open Access para que cualquier empresa pueda transitar con sus propios trenes por las vías que mantiene el Estado Nacional abonando un peaje, y como muchas otras obras y políticas que nos van a permitir que el multimodalismo sea el motor que ponga al transporte al servicio del desarrollo económico de la Argentina y que le permita a cada persona concretar su proyecto de vida.

Diego Giuliano

Ministro de Transporte

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