Nuestra premisa al llegar al Ministerio de Transporte, en diciembre de 2019, fue construir una Patria más federal, más conectada y más igualitaria, y para eso era fundamental la recuperación y el desarrollo de nuestros ferrocarriles luego de cuatro años de retroceso en las inversiones.
En la idea de un país integrado, donde el corazón de la patria es la producción, los trenes tienen una función fundamental: las vías son las venas de la Nación donde se transportan nuestra gente y nuestras cargas a lo largo y a lo ancho del país.
Pusimos en marcha el Plan de Modernización del Transporte Ferroviario para unir a nuestras regiones con una visión multimodal que nos permita el desarrollo económico, social y cultural de la Argentina.
Desde que asumimos, reactivamos más de 4.5000 kilómetros de vías, 23 ramales ferroviarios, reconectamos 87 localidades, renovamos 153 estaciones y construimos 18 nuevas.
Estos trabajos, a lo largo y ancho del país, ya están bajando los costos logísticos para las y los productores, mejorando la calidad de viaje de las y los pasajeros y dándoles la posibilidad de llegar a más destinos.
Los trenes de carga siguen batiendo récords: desde que asumimos hasta ahora, los trenes que administra el Estado transportaron 28.5 millones de toneladas, un 85% más que de lo que transportaron entre 2016 y 2019.
En el servicio de pasajeros, durante las vacaciones de invierno de 2023, viajaron en ferrocarril de larga distancia más de 67 mil personas: un 29% más que en 2019.
También, con la sinergia entre lo público y lo privado, con la participación de las empresas del agro, inauguramos 13 accesos ferroviarios para el ingreso de formaciones a las plantas de acopio, lo que reduce tiempos y permite que el tren ingrese directamente a los principales puertos del país.
Ninguna de las inversiones ferroviarias que llevamos adelante son un gasto, porque cada peso puesto en trenes, en vías, en puentes, vuelven en desarrollo económico, en desarrollo social y en mejor calidad de vida de nuestro pueblo.
Las obras de infraestructura, de ampliación y mantenimiento de la red ferroviaria deben ser una Política Pública con continuidad en el tiempo, que trascienda a los gobiernos de turno, porque son fundamentales para el progreso de una Argentina soberana.
Con un Estado presente, con una gestión federal, trabajamos durante cuatro años en una fuerte recuperación y desarrollo del sistema ferroviario que, con una mirada multimodal, brinda un aporte fundamental para tener un país más conectado, a las y los argentinos unidos, más trabajo, más producción y más desarrollo nacional para que nuestra Patria siga creciendo.