Introducción
Nuestro gran objetivo de gestión fue darle al país una visión de transporte seguro, federal, que cuide la vida de las personas en todo el país. Después de cuatro años, con una mirada enfocada en el AMBA, desde el Ministerio de Transporte volvimos a darle al Estado el rol que debe tener: trabajar para que las personas y la carga se muevan de forma más segura y eficiente a lo largo y a lo ancho de todo el país.
Estamos convencidos de que es imprescindible cambiar la cultura vial en toda la Argentina. Para lograrlo fue fundamental el aporte de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, de la Comisión Nacional de Regulación de Transporte y de la Junta de Seguridad en el Transporte. En total, nuestros organismos de control tienen presencia en 97 puntos de toda la Argentina, 51 más que cuando asumimos, lo que nos permite ampliar y reforzar los controles regionales y trabajar con mayor cercanía junto a cada jurisdicción para hacer un tránsito más seguro de manera federal, codo a codo con las fuerzas locales.
Cada temporada de verano lanzamos el Operativo Verano, un gran despliegue para cuidar a las personas en las rutas camino a sus vacaciones, reforzando los controles. Estamos presentes en las principales rutas de acceso a los puntos turísticos con la ANSV y la CNRT, y disponemos de cientos de agentes en los lugares más críticos, equipados con móviles, tecnología, drones y radares para controlar a cientos de miles de vehículos al mes.
Impulsamos leyes que cambian el paradigma a la hora de manejar. Logramos que el Congreso apruebe la histórica Ley de Alcohol Cero, elaborada por la ANSV y apoyada por los familiares de las víctimas de tránsito. Una herramienta indispensable para salvar vidas en nuestras rutas todos los días. Hasta hoy, ya se adhirieron a la ley 18 provincias y 66 localidades de todo el país.
Cada siniestro fatal conlleva detrás una tragedia irreparable. Por eso trabajamos para que cada vez sean menos las muertes en las rutas. Las cifras nos marcan que vamos por buen camino. En pre pandemia perdíamos en la Argentina 15 vidas por día en siniestros viales. Hoy la cifra se redujo en un 30% y se salvan, en promedio, 5 vidas todos los días.
Con esa misma mirada federal, colaboramos en garantizar el funcionamiento del transporte público de pasajeros en todo el país mediante aportes que ayudan a cubrir los costos y el funcionamiento de los servicios. De ese modo, permitimos que las y los ciudadanos puedan acceder al servicio con una tarifa accesible para ir a trabajar, a estudiar, al médico, a visitar a sus familias.
Al mismo tiempo, buscamos hacer un esquema de reparto de fondos más federal. Si bien en el AMBA existe una mayor densidad de población y de transporte, escuchamos el reclamo histórico de las y los Gobernadores y el Estado Nacional redujo su participación en los subsidios del AMBA de un 61% a un 53%, e incrementó los fondos para el interior en un 1.556% entre 2019 y 2023.
Además, impulsamos a la tarjeta SUBE como una política de Estado, desencapsulando sus beneficios del AMBA. Llegamos ya a 58 localidades de todo el país con esta herramienta que permite llegar con la asistencia al transporte directamente al bolsillo de la gente, y genera un beneficio adicional de un 55% de descuento en las tarifas para 5 millones de personas en situación vulnerable.
Estamos dotando a la SUBE de última tecnología, como la validación de las recargas en los colectivos; la utilización de los celulares como tarjeta SUBE, la unificación de la SUBE, la tarjeta de débito, el Banco Nación, la implementación de la credencial para personas con discapacidad y la vinculación del sistema al 911 federal.
En cuatro años de gestión, con una mirada profundamente federal, trabajando codo a codo con cada gobernador y cada intendente, le dimos al transporte automotor más seguridad y eficiencia para cuidar la vida, mejorar la calidad de viaje de las personas y ponerlo al servicio de la producción de toda la Argentina.
